INTRODUCTION
BODYBUILDER: AN EXPLORATION OF BODY CULT SOCIETY
De primeras, la manera en que imaginamos la violencia es en un puñetazo, es en aquella escena del callejón oscuro o en los porrazos de policías entre barricadas, pero detrás de esta imagen generalizada, ¿Existe alguna violencia que pueda entenderse de manera positiva?
Uno de los problemas, y a la vez una ventaja, es la falta de una definición precisa que estandarice la multiplicidad de formas que podemos entenderla. Esto nos abre el abanico a descubrir violencias invisibles, incluso siguiendo el objetivo de este proyecto, violencias que empaticemos desde un sentimiento agradable.
No obstante, los diccionarios se han esforzado en hacerlo; manifiestan por violencia un acto donde se actúa con ímpetu y guiado por la fuerza y la ira (RAE), el uso de una fuerza para conseguir un fin (google). Estas definiciones nos ayudan a entender la esencia estándar del término, para entender el concepto que representa.
Entonces, si le damos la vuelta, En que situación actuamos con irá y fuerza para conseguir un fin?... (redoble de tambores)... En el deporte. Sport is an activity where we use force, dominated by the anger of the moment, to achieve a physical, competitive, or goal-oriented end.
El deporte ha sido algo existente durante toda la historia de la humanidad, todos tenemos nuestra propia historia detrás de él: tu equipo de toda la vida, salir a correr para desconectar, el campeonato de la temporada… hemos crecido junto a él y es algo que siempre tenemos presente. Sin ser menos, yo también desde los de 5 años hasta los 19 he practicado patinaje artístico a nivel federativo. En 2018 elisava consumía el 80% de mi día y a nivel deportivo, estuve necesitando muchas horas de entrenamiento para estar bien preparada para
We live in a "fit" society, where gyms are temples of transformation towards a globalized stereotype. The cult of the body plans and controls our daily routines and ends up shaping our identity, fueling the fitness industry, which only continues to grow.
At the same time we are in the age of information, of data. It is said that having information is power, which can also be applied to the fitness paradigm. We design our body through rituals in gyms by entering data (15 repetitions of squats for 3 sets, 100 grams of rice...) to construct the ideal body and at the same time gain individual power. Beauty ends up being measured, weighed, equated, and compared.
The concept is epitomized in the bodies of body builders. Body mass and data body, representing an ideal of power. We all see this social group as far from our reality, but the body-builders of the past are the fitness followers of the present.
Sport today has become a complex commercial, political and social activity, where the aesthetic body is confused with the healthy body, moulding the canons of beauty and our self-esteem at will. As a result, we end up becoming entangled in these data-driven rituals.
